Casi todos los extranjeros
estudiantes de español coinciden en tres cosas: El 99% de las palabras se
pronuncian tal como se escriben, tenemos demasiadas palabras que significan lo
mismo (sinónimos) y muchas palabras con diferentes significados (acepciones,
eufemismos, etc.)
Una de ellas es la simpática y
castiza expresión de GILIPOLLAS.
Aunque se emplea comúnmente en
sentido peyorativo, como el primer insulto que nos viene a la boca, otras
muchas se utiliza con cariño, incluso con ciertos ribetes de bonhomía, para
destacar, según la RAE, la afabilidad, sencillez, bondad y honradez en el
carácter y en el comportamiento de la persona a quien se lo dedicamos. “Dejo la
política, porque si eres honrado, en lugar de honesto te llaman gilipollas”. Julio
Anguita.
El origen de esta palabra tiene
muchos estudios detrás y muchas conclusiones distintas que no tienen por qué
ser excluyentes. La que más le cuadra al gilipollas de la capital de los reinos
de España es la que hace referencia a uno de los alcaldes más vanidosos y
derrochones de su historia: Don Gil Imón.
(Alberto es harina de otro costal, como más gallardo)
Don Gil paseaba con sus hijas
Fabiana y Feliciana haciendo toda la ostentosa pompa que su cargo le permitía. Asistían
a fiestas y saraos, paseaban, se dejaban ver. Ante su presencia la gente solía
comentar: Ahí van Gil y sus pollas. Dado
el carácter ahorrador del madrileño, al menos en cuanto a palabras se refiere,
se quedó con “Gil y pollas”. Sabido es que la Casa de Campo es Casacampo
o que la calle del Doctor Federico Rubio y Galí es, llanamente, Federico
Rubio
Todo aquél que se pavoneaba y
hacia pública ostentación de sus bienes o fortuna, hacía el “Gil y pollas”. Por
ahí va el conde de Tierras Altas haciendo el gilipollas.
Paralelamente, cuando algún varón
da inequívocas señales de razonar más con su miembro viril que con su vacía
cabeza, en todas las regiones de los reinos hispanos se le llama tontos-del-pene,
sustituyendo pene por la expresión coloquial típica de la zona: Tontoelpijo, bobochorra, tolo do carallo,
tontolbolo, etc., etc.. Y, por supuesto,
tontolapolla.
Otro eufemismo de tonto es el
vocablo “gil”, que procede de “gilí” (Del caló jili, inocente, cándido, derivado de jil, fresco. DRAE). Esta palabra se emplea coloquialmente como
tonto, lelo, bobo…Tanto como adjetivo como sustantivo. Por eso se considera que
la palabra gilipollas podría ser sinónimo
de tontolapolla, sin la “s” final.
Algo así como la versión moderna de gilipicha o gilipichi, donde picha o pichi
serían sinónimos de pene.
Volviendo a nuestro presuntuoso
alcalde, hacer el “Gilipollas”, dadas las escasas o nulas virtudes físicas o
espirituales que adornaban a sus pollas o hijas casaderas, se convirtió en el
término despectivo más utilizado por los guasones de la villa y corte. Los
pollos, jóvenes en busca de esposa, no encontraban atractivas a las pollas de
Gil Imón. De este modo, entre tanta estulticia, el buen pueblo de Madrid siempre
dado a la chanza y al pitorreo ajeno, no tardó en asociar lo pretencioso y
bobalicón con la familia de Gil y sus pollas: Este es como gilipollas… (Como Gil y sus pollas)
Para comprobar hasta qué punto ha
calado esta acepción en el noble pueblo madrileño, el pasado sábado me dirigí al
centro. Entonces pude comprobar que tenemos un pobre concepto de nosotros
mismos. O nos conocemos muy bien. Grité “Gilipollas” en plena Puerta del Sol
y se volvieron cincuenta y tres personas.
Esto me encantó, por ilustrativo, -que siempre es buen tiempo para aprender algo nuevo- de un término que por las Américas del Sur no utilizamos, y por esa forma de escribir, agradable, que atrapa en su manera de "contar" la historia.
ResponderEliminarRealmente Don Chema Morales, muy, muy bueno.
Gracias, Cristina. La verdad es que esta expresión, típicamente madrileña, ya se conoce y emplea en casi todo el mundo.
EliminarMenos mal que no estaba yo allí....(en la puerta del Sol ese día.....).
ResponderEliminar:-).
Un abrazo.
Anónimo Keko.