Que Grecia existía dos mil
años antes que Europa y que seguirá existiendo después de Europa es tan obvio
que no necesita de más argumentos.
Que Europa no sería lo que ahora
es sin Grecia, también. Y, sin duda, la parte del mundo “conquistada/colonizada”
por los europeos.
Lo que no es tan conocido es
que en 2010 los bancos franceses fueron conscientes de que sus préstamos a la
banca griega (no al pueblo griego) iban a ser prácticamente imposibles de
recuperar.
Pero el hombre que regía el
FMI, un tal “DSK”, tenía dos caprichos, no necesariamente en este orden: Las
camareras de hoteles lujosos y desbancar a “Sarko” del Elíseo. Es
sabido que no se llega a presidir un país sin ciertos apoyos financieros, por
lo que el gran “macho Alfa” ideó un plan para conseguir apuntalar sus
objetivos: Que la banca francesa recuperase, gracias a él, el dinero dado por
perdido.
De este modo el FMI realizó
el préstamo más grande, que jamás ha concedido, al país heleno. La banca francesa
recibió lo invertido y DSK se puso en la línea de salida para presidir la
República de Francia. Con lo que no contaba es con el episodio semi-porno-grotesco
que le ocurrió en N. Y. y que dio al traste con sus ambiciones personales y con
su poderosa situación frente al FMI.
Mientras tanto, los
dirigentes griegos “de entonces”, elegidos democráticamente, dilapidaban el
dinero recibido, aumentaban su deuda hasta el 180% del PIB y recibían nuevos
créditos de los que hoy son sus acreedores principales. El BCE también inyectó
una enorme cantidad cuando ya se sabía que las finanzas griegas estaban más
quebradas que la Seguridad Social española.
Los “prestamistas” empiezan
a ponerse nerviosos cuando constatan que, a pesar de que la pensión de jubilación
media ha perdido más del 60% y no alcanza los 300€, las finanzas griegas no
mejoran. Y, para colmo, los “rojos” desplazan democráticamente al gobierno
conservador anterior.
Ahora nos venden que Grecia
se niega a admitir sus responsabilidades, sus compromisos y los acuerdos
alcanzados con sus deudores. Se nos dice que a España le deben 26.000 millones
de euros que no piensan devolver (menos del 75% de lo que Bankia debe a los
españoles y que nunca va a devolver) y que el nuevo gobierno desprecia y
ningunea a Europa y amenaza con algo tan antidemocrático como ¡un referéndum! ¿Qué
se creerán estos griegos que son? ¿Los inventores de la democracia? Lo que nos
faltaba por ver.
No se nos dice que las
actuaciones del FMI y del BCE fueron arriesgadas hasta más allá de lo
razonable, ni se habla, por ejemplo, de la actuación de Islandia, que dejó caer
a las entidades que hicieron inversiones equivocadas, enjuició a los malos dirigentes
que permitieron el desplome del país y ha recuperado el empleo hasta el punto
de que el índice de paro es menor del 3% (Toma nota, Mariano).
Lo único que aún no
entiendo es por qué el nuevo gobierno griego no ha exigido todavía al anterior
las responsabilidades políticas, financieras y penales en las que hayan podido
incurrir. Lo único.