Una de las artes marciales orientales más conocidas es el
Kárate, desarrollado en la ancestral escuela Shotokan de Okinawa.
En japonés, kara
significa vacío, y te, mano.
Algo así como la MANO VACÍA. Modernamente
se le ha añadido la palabra do, camino,
por lo que la acepción actual de Karate do significa “el camino de la mano vacía”
Otro producto de la tradición japonesa es el Arce
Palmado. Este pequeño arbusto es muy utilizado en la técnica del bonsái y su
color púrpura le confiere una vistosidad y ornamento inusual.
Los antiguos nobles samuráis, depositarios del código ético
y moral de los guerreros, conocido como Bushido, tienen un dicho muy significativo.
“La flor del almendro es como el honor
del samurái: Cuando se toca, se cae”.
La geografía nacional está llena de nobles guerreros,
cuyo honor está más que pisoteado, toda vez que las flores del almendro se
manosean y soban con gran profusión. No obstante, como el los nobles
medievales, practican aquello de que “es de nobles no erralla, mas si erralla,
sostenella y no enmendalla” Y así tenemos a los Pujoles, Mandangarines,
Bárcenas, Blancos, con todo títulos tan significativos como duques, honorables,
excelencia, señorías y otros eufemismo vacíos de significado.
Que la reina es una santa hace tiempo que no se discute.
Con ese esposo, esos yernos y esa situación familiar y sin perder la sonrisa
(ni el estatus, claro). Es lo que tiene ser consorte (con suerte) que si te
separas pierdes el título.
I.U. es duque consorte. En Palma ha palmado (como el arce
japonés) y corre el riesgo cada vez más probable de perder el titulito. Así tendría
que firmar sus futuros correos jocosos como ex duque, a secas. Si añade el
sufijo corre el riesgo de que se le asocie como el camino del ex duque con las manos vacías, que es como le van a
dejar.
Lo de Bárcenas
se parece más al gánster Borsalino.
No sólo por el abrigo que luce, similar al de Al Capone en aquella cinta de Los
Intocables, de Kevin Costner y Sean Connery, También por las prácticas vistas en tantas pelis de la mafia en las que para su propia
protección, los poseedores de secretos comprometedores los depositan en lugares
seguros (notarías, por ejemplo) con instrucciones concretas para su publicación
en el caso de que me pase algo. También
se conoce como chantaje institucional: Cuida
de que no me toquen ni un pelo o te la cargas.
¿Y mientras? Pues entretanto, a una madre que se encontró
una tarjeta de crédito y compró pañales y potitos la tuvo que indultar el
gobierno, de los añitos de cárcel a los que fue condenada.
A los que han custodiado el dinero ajeno en su propio y
personal beneficio se les sigue concediendo el beneficio de la duda y, por
supuesto, la presunción de Inocencia.
El grupo político autor de la reforma laboral más
ambiciosa (ambición empresarial) e inútil de la historia (el paro sigue
subiendo, como Félix Baumgartner,)
ha rizado el rizo con unas figuras contractuales insólitas: El despido
simulado. El finiquito diferido, la relación contractual vigente pero simulada,
pagando la seguridad social… ¿A UN DESPEDIDO?
Para más cachondeo, las explicaciones de Dolores de Cos-pedal. No lleva mal pedal la Loli. Si Cantiflas viviera la demandaría por plagio.
Y el Gobierno, sin honor, sin almendros, sin camino y con
las manos vacías. Y sometido al chantaje de un imputado por la Gürtel, que ha acumulado 33 millones de
euros de forma anónima y casi sin querer, que presenta una demanda por despido
improcedente, simulado o disimulado, que tanto da, y que se ríe del juez, del
PP, del Estado y del mundo mundial.
Al menos, aquellos nobles
samuráis tenían la decencia de suicidarse cuando perdían su honor. Arte
marcial.