¿Cuándo un problema es un
problema? ¿Cuándo ya no tienen solución?
Hoy, en la motivadora reunión de plus40net alguien ha comentado que un
problema no es un problema hasta que se convierte en problema… y entonces te
hundes.
Redundancias aparte, la
afirmación sugiere que muchas veces se toma por un problema insoluble
incidentes fácilmente manejables si se cuenta con los medios, la aptitud… y la
actitud. Las distintas fases por las que pasa una dificultad sobrevenida hasta
que se convierte en algo de cuya falta de solución se puede derivar un grave
perjuicio, son casi siempre solucionables.
Me explico. Una colilla en una
papelera de la planta 21 arrasó el edificio Windsor. Obviamente, la colilla se
podía haber apagado adecuadamente antes. Incluso una papelera ardiendo es
fácilmente controlable. Y, con más dificultad, la moqueta donde prendieron las
chispas que saltaron también habría podido ser apagada. Lo que ya no tenía
solución es un edificio en llamas de más de 106 metros de altura (32 pisos)
cuando las autoescalas más altas de los bomberos no superaban, con sus 50
metros, la décima planta. Medidas insuficientes para atajar un problema que
precisaba mayores medios.
Pero el problema no había hecho
más que empezar a manifestarse…. Existía la amenaza real de que el incendio se
propagase por todo el complejo AZCA. Y aquí la actitud fue la correcta. Se hizo
zoom a la situación y un edificio en llamas se redujo a una colilla encendida
que ha caído a una papelera. La colilla no se puede apagar, ya es imposible…
entonces se protege a los papeles para que no se incendien.
Con el paro laboral pasa algo
parecido. Una persona desempleada no reviste un problema real, salvo para dicha
persona. Más y más desempleados empiezan a ser una situación preocupante que es
necesario atajar, obviamente, a través de los recursos del estado, responsable
de aquello que juran o prometen de “cumplir y hacer cumplir las leyes…”
etc., etc., y que suele quedar en un mero trámite para acceder a la poltrona.
Claro que los Servicios Públicos de Empleo (antiguo Inem) se han demostrado totalmente inútiles
para atajar esta situación, a tenor de los resultados, y quizá deberían aplicar
eso que tanto les gusta de externalizar el servicio, para conseguir la
excelencia en la gestión. Ya puestos, incluso a todo el Ministerio de Trabajo.
Por eso, hay iniciativas como la
de plus40net de hoy, que contribuyen
a paliar de algún modo esa ineficacia oficialista y aportan herramientas,
conocimientos, tiempo, ganas, actitud, entusiasmo y compromiso, entre otras
muchas cosas, para que los parados no se queden quietos.
Tienen amplia experiencia en
apoyar a profesionales para la creación de su marca personal para la búsqueda
de trabajo o creación de empresas. Se
trata de una asociación nacida para acompañar a profesionales en
situaciones de cambio y transición laboral. Un espacio de encuentro para
directivos con ilusión, que quieren transformar sus experiencias en acciones,
seducir con su talento y desarrollar su liderazgo.
Por este motivo organizan
encuentros como el de esta mañana, en el que han brillado quattroacción (qu4ttro
4cción), cambiaelcuento, uno de cuyos consejos es “cambia las palabras y cambiarás tu actitud” y hemos podido
disfrutar de la presencia de muchas personas que han definido un objetivo “inteligente”
(SMART= Singular, Medible, Alcanzable, Realista y Temporal), unas metas y los
recursos a emplear para lograrlos.
Esta Garza reconoce el esfuerzo
de estas actividades que, como #NQSPLS, Lider-Arte, Formando Personas,
DidacArte (Gracias, Mar) ponen su grano de arena para que las llamas que
nos consumen individualmente puedan ser tratadas a tiempo, antes de que un
incendio voraz arrase la península de sur a norte y de oeste a este (por cambiar
el cuento).
Y ya puestos, si se consigue que algunos
parados inmóviles se pongan en marcha, su cambio de actitud, también cambiaráparados quietos,
pasivos, serán parados inquietos, activos.
las palabras. En lugar de
Claro que entonces, también dejarán
de ser parados.