miércoles, 30 de enero de 2013

LA COSA PÚBLICA



Al margen de las consabidas excepciones, las actuales formas de gobierno en el mundo son mayoritariamente dos: Monarquía, más o menos parlamentaria, y República.

Al frente de una Republica figura un Presidente, como Jefe del Estado, elegido periódicamente conforme a los usos y normas de cada país. Al frente de una Monarquía hay un Rey o una Reina o un Emperador (Japón), pero con la misma peculiaridad: El heredero directo asume al puesto a la muerte o por la renuncia de su predecesor.

Me ahorraré el debate sobre cual forma de gobierno es peor, dado que de los quince países más desarrollados, 8 son monarquías parlamentarias y 7 son repúblicas. Iguales o parecidas similitudes se encuentran en el extremo opuesto, por lo que hay un número similar de repúblicas y monarquías entre los países política y económicamente más atrasados.

De este modo se deduce que la bondad o maldad de un sistema está en sus leyes y en las personas encargadas de su administración y custodia. Es decir, en el fondo y no en la forma.

La COSA PÚBLICA ResPublica, es un término latino de la antigua Roma. En su Tratado de la República (De Re Publica), Cicerón hace un repaso de las diferentes formas de gobierno y sus mutaciones, desde la monarquía a la tiranía, de aristocracia a oligarquía, de democracia a oclocracia (gobierno de las masas) y vuelta a la monarquía.

Por lo común, con indiferencia de la forma de gobierno, siempre hay cosa pública, lo público, lo de todos, que debe ser administrado y regulado.

De este modo, incluso en una monarquía parlamentaria como la del Reino de España, hay COSA PÚBLICA.

En su obra EL DESGOBIERNO DE LO PÚBLICO, Alejandro Nieto denuncia que “En los inicios del siglo XXI las nuevas tecnologías y la globalización han reducido hasta tal punto el margen de actuación de los gobiernos nacionales que éstos han perdido buena parte de su poder tradicional y de sus objetivos sociales. En estas condiciones el Estado ha sido sustituido por una partitocracia y en último extremo por una oligarquía económico-política. Lo que ya habían anunciado los pensadores más lúcidos del siglo pasado, hoy se ha hecho realidad. La política se ha convertido en un negocio y los partidos compiten en un mercado inspirado por el lucro personal y apoyado en la corrupción más descarnada. Lo público se ha disuelto en una gestión privada desgobernada en cuanto al interés social y colectivo pero muy rentable para los gestores”

Como muestra, basta un botón:

 Resumiendo, que se alega que la Intervención General de la Seguridad Social, como en años anteriores, carece de efectivos suficientes para hacer frente, en el plazo previsto, a alguna de las actuaciones incluidas en el plan aprobado, por lo que razones de eficiencia técnica y organizativa y, fundamentalmente, razones orientadas a dar cumplimiento a la normativa, determinan la necesidad de establecer un proceso de colaboración con empresas privadas de auditoría, mediante la contratación de la ejecución de determinadas actuaciones de control mencionadas anteriormente, que la Intervención General de la Seguridad Social no puede asumir en su integridad con sus efectivos actuales.

Y, además, se da fe de ello al reconocer que la Intervención General de la Seguridad Social carece de efectivos suficientes para hacer frente, en el plazo previsto, a alguna de las auditorías previstas en el Plan Parcial de Auditorías y Control Financiero de Subvenciones y Ayudas Públicas para el año 2013.

El 18 de diciembre pasado, Eduardo Dulce publicaba lo siguiente:

ASÍ SE DESMANTELA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

Me envían este correo de la plataforma de empleados públicos. Cortito y muy muy clarificador.

LA ESTRATEGIA:

1º.- Ponemos a parir a los funcionarios, para que la opinión pública esté en contra (una larga campaña en los medios).

2º.- No se convocan ni oferta de empleo público ni promoción interna para cubrir vacantes (tasa de reposición = cero).

3º.- Justificamos la “falta de efectivos” para que la administración no pueda realizar sus funciones (“no hay dinero”).

4º.- Ya está. Ya podemos contratar a una empresa privada (amigotes) para que haga el trabajo de los funcionarios.

arece ser que los hechos, y el BOE, le dan la razón al colectivo denunciante.
 
La única esperanza, aparte de Obi Wan Kenobi, es que se privaticen a sí mismos cuanto antes y al menos tengamos gestores profesionales.

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