En la página web de la Embajada de Finlandia en Madrid se
puede leer (Resumen)
Educación
en Finlandia.
El
nivel educativo en Finlandia es elevado. En comparaciones internacionales, como
el informe PISA elaborado por la OECD cada tres años, Finlandia se sitúa entre
los primeros países a nivel mundial. Destaca sobre todo por el nivel de la
educación básica.
Algunas
características del sistema educativo finlandés que han contribuido al éxito de
sus alumnos, son:
1. El
sistema de educación finlandés garantiza igualdad de oportunidades para todos
los niños en la educación básica, independientemente de su posición social y
origen étnico.
2. Protección
del idioma de las minorías (sueco hablantes, indígenas sami, inmigrantes).
Educación gratuita (primaria, secundaria y universidad) y amplios beneficios
sociales.
.
3. Disponibilidad
de materiales, red de bibliotecas públicas, amplia distribución de periódicos
.
4. La
preparación de los maestros es muy amplia: todos tienen estudios
universitarios, deben tener título de magisterio. La carrera del maestro,
además de estudios de asignaturas, incluye una amplia formación pedagógica
La
ley establece que la educación es obligatoria y gratuita para todos los niños
desde los 7 hasta los 16 años. Esta gratuidad incluye también todos los libros
de texto y utensilios necesarios, además de una comida caliente al día.
La
prestación de la escolaridad primaria está a cargo de los 450 municipios en que
se divide el país, que tienen el deber de organizar enseñanza para todos los
niños en edad escolar residentes en su territorio o de ocuparse de que reciban
instrucción. La enseñanza debe impartirse cerca del hogar de cada niño. Los
municipios son responsables de organizar y pagar el transporte de los niños que
residan a más de cinco kilómetros de la escuela.
El
bachillerato está destinado en principio a los jóvenes de 16 a 19 años. Debido
a las distintas opciones de los alumnos, en el liceo no hay itinerarios fijos
ni grupos por aulas. El currículo comprende estudios obligatorios,
especializados y aplicados. El bachillerato culmina en un examen que se realiza
homogénea y simultáneamente en todo el país. El examen es elaborado cada año
por una comisión ad hoc dependiente del Ministerio de Educación.
Si
un adolescente después de la escuela primaria no desea seguir al bachillerato,
puede optar por la formación profesional básica que le ofrece una gran cantidad
de alternativas escolares y especialidades para elegir. Esta formación básica
se puede adquirir tanto en institutos como en centros de trabajo, mediante un
contrato de aprendizaje. La oferta comprende 75 títulos profesionales básicos,
que se obtienen en tres años y otorgan la competencia para continuar estudios
superiores.
Para
estudios superiores existen las universidades y las escuelas superiores
profesionales. Las 20 universidades en Finlandia pertenecen al estado, que
aporta la mayor parte del financiamiento, aunque por su funcionamiento son muy
autónomas. La red universitaria cubre todo el país, hasta Laponia. Los estudios
universitarios están al alcance de todos, ya que no se cobran matrículas.
Las
29 escuelas superiores profesionales se caracterizan por su estrecha
vinculación con el ámbito laboral. Se crearon en los años 90 con esa finalidad.
Estas instituciones se diferencian de las universidades en que son municipales
o privadas, en lugar de estatales. Son por naturaleza polifacéticas y
regionales. El requisito de ingresos es el bachillerato o un título de formación
profesional básica. El estado subvenciona el 57 % de sus gastos.
La
educación para adultos se ha convertido en un importante sector de la política
educativa finlandesa. Cada año un millón de personas participa
por propia iniciativa en alguna de las más de mil actividades organizadas por
institutos o universidades, que se imparten también en institutos populares,
academias, universidades de verano. Los estudios que otorgan títulos son
gratuitos. Hay algunos que tienen tarifas comerciales. El Ministerio de
Educación financia la educación del adulto y es responsable de su desarrollo.
Pues no parece tan difícil, la verdad.
Ni España es Finlandia, ni Finlandia es España, por suerte.
ResponderEliminarParece una buena referencia con respecto al modelo educativo español, no obstante, a los ciudadanos españoles, nos sigue faltando algo más de educación y algo más de civismo, pero,.... todo llega.
Anonimo keko.