En una de las obras de
teatro alternativo que se hacían el pasado siglo (Con el regente en El Pardo), el actor que representaba la
oficialidad afirmaba que la verdad es
rosa. El personaje inconformista mantenía que la verdad es blanca. Mientras discutían vestían a la actriz que
representaba LA VERDAD DESNUDA con los colores que defendían.
La Verdad no necesita
adornos, ni vestirse de blanco ni de rosa, ni de verde, ni de rojo, ni de azul.
La Verdad no necesita vestidos. Nada más ajeno a la verdad verdadera (Manolito “Gafotas”)
que vestirla de Armani pijo, de Dior burgués, de Pepe Jeans progre o de obrero
del metal. Quien viste a la verdad es porque no la encuentra presentable tal cual
es.
Pero lo cierto es que la
verdad necesita ser reconocida y proclamada. El Cónsul Cicerón decía que tanto el
silencio como la mentira pueden corromper la verdad.
Hay algunas afirmaciones
cotidianas que se repiten incesantemente, pese a ser inciertas, hasta que calan
tanto en la sociedad que se dan por verdaderas.
“No nos quieren porque somos diferentes”, dicen en la DGC
(Diputación General de Cataluña del Reino de Aragón).
Ninguna es cierta. No es
cierto que sean diferentes, luego no puede ser cierto que no se les quiera por
ese motivo. Para un español es muy difícil distinguir un chino de un filipino, birmano,
vietnamita, japonés, tailandés o coreano del norte o del sur (dilo tú primero).
Y son etnias diferentes y escriben con signos diferentes y tienes idiomas con raíces
diferentes. Para cualquiera de estas personas es totalmente imposible
distinguir la “diferencia” entre un catalán como Mas o un gallego como Rajoy.
Tienen la misma etnia, escriben con los mismos signos y sus respectivos idiomas
tienen raíces comunes (¿Verdad Carod?)
De hecho hay una ingente cantidad de palabras catalanas con raíces gallegas,
como CAIXA, por poner un ejemplo fácilmente
reconocible. Aparte del hecho de que ambas se derivan del tronco común latino.
“Hace trescientos años que nos arrebataron la soberanía”.
Esa región peninsular nunca
ha sido soberana. Ilergetes, fenicios, griegos, romanos, godos, moros y cristianos han
sido sus sucesivos administradores (la tierra es del viento, ya se sabe), pero
nunca ha sido territorio soberano. El último rey de Aragón, su rey natural,
murió sin otro heredero para reclamar el trono que su nieto Carlos, al que las
cortes de Aragón compuesta por representantes de las tres Diputaciones Generales
(D.G. Aragón, D.G. de Valencia y D. G, de Cataluña) reconocieron como tal. Este
nietísimo tuvo la suerte de heredar de su abuela Isabel los otros reinos
peninsulares, excepto el de Portugal, y se convirtió en el primer rey lo que hoy
se denomina Reino de España. Lo que sucedió es que en una de las muchas guerras civiles entre españoles, la de sucesión, apostaron por el candidato equivocado para ser su rey y el de toda España, no nos olvidemos, y fueron derrotados.
“España nos roba”.
Un chiste muy extendido en
el Alt Penedès afirma que al acabar la guerra “incivil”
española se propuso a Franco la
anexión de Portugal. El pequeño
general ísimo contestó que habría que
preguntar a los catalanes si querrían mantener también a los portugueses. Así
que la idea de que Cataluña es robada y expoliada por el resto de los españoles
viene de lejos. Pero lo contrastable es que es una de las CC. AA, que más
recibe del Estado y que menos aporta al mismo.
“El pueblo catalán desea la independencia”.
Eso sólo es confundir la
realidad con los deseos particulares de algunas personas. La última muestra del
CIS parece indicar lo contrario. Pero sí es cierto que algunos partidos
políticos apuestan por esa idea.
“Europa nos acogería con los brazos abiertos, viviríamos mejor y el
Barça jugaría en la liga española o francesa”.
Lo cierto es que una ruptura
con España implica la ruptura con Europa, la salida del Euro y la pérdida del
pasaporte europeo, la libre circulación, etc. La deuda catalana se dispararía a
valores impensables hoy día y el Barça jugaría la liga de su país y no otra.
Mónaco juega la francesa porque es miembro de la FFF (Federación Francesa de Futbol).
Esto está confirmado por la UE y por la UEFA.
Una
mentira repetida el suficiente número de veces acaba convirtiéndose en verdad, decía el nazi de Goebbels. Buen ejemplo, voto a tal.
Mejor hacer caso a Manuel Vicent, cuando afirma que el que busca la verdad corre el riesgo de
encontrarla.
Particularmente me da igual
que sean independientes o no. Seguiré bebiendo Anna de Codorniu y comiendo
fuet, pero que no me mientan. Por ahí sí que no paso.
Y si la verdad fuera rojiblanca?
ResponderEliminarDespués de la copa, es indudable.
EliminarA ciertos políticos se les llena la boca pidiendo un referéndum. Yo pienso que tienen razón. Debería haber referéndum, pero en todo el territorio español. Tal vez ganaran la independencia no porque ellos la quieran, sino porque la mayoría lo esta deseando...
ResponderEliminarPues si, aunque algunos está "de Mas"
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