En la película DAMA
POR UN DÍA, dirigida por Frank Capra,
la historia se centra en Annie M, una desdichada anciana que
vende manzanas por las calles de la ciudad de Nueva York. Su hija Louise
ha sido criada en un convento en España
desde que era una niña. A Louise le ha dejado creer que su
madre es una señora de la alta sociedad llamada Sra. E. Worthington Manville
y que vive en el hotel Marberry. Annie M.
se da cuenta que su mentira va a ser descubierta cuando su hija le avisa que va
a viajar en barco hacia Nueva York
con su prometido Carlos y el padre de este, el Conde Romero.
Entre los clientes de Annie M. están Dave
the Dude, un mafioso y jugador que cree que las manzanas de Annie le traen suerte, y su secuaz Happy
McGuire. Le cuentan a Dave el problema de Annie, y le piden que alquile un apartamento
en el hotel Marberry. Al principio se niega, pero cambia de opinión y
organiza todo para que ella viva en una residencia palaciega de un amigo suyo.
La novia de Dude, Missouri Martin, dueña de un club
nocturno, ayuda a que Annie parezca
una viuda respetable. Dave hace que Henry D. Blake, jugador
de billar y estafador, pase por el marido de Annie, el Juez Manville.
Los chicos de la banda de Dave y las chicas del club de
Missouri se hacen pasar por amigos de Annie de la alta sociedad. La noche
de la fiesta, la policía rodea el club de Missouri, donde la banda está
ensayando para la recepción. Dave llama a Blake para avisarle del
problema, y Annie decide confesarle todo al Conde Romero. Pero el destino hace que el alcalde, el gobernador y
sus séquitos aparezcan en la fiesta y permite a Annie M. mantener la
farsa y evitar que su hija Louise sepa la verdad.
El propio Frank
Capra se encargó de superarse a sí mismo al dirigir una nueva versión de la
historia, UN GANSTER PARA UN MILAGRO,
con una espléndida Bette Davis y un
maravilloso Glenn Ford.
Annie
Manzanas y Amy
Martin sólo se parecen en sus iniciales y en que son personajes de ficción e impostoras
que aparentan lo que no son en beneficio de su lejana hija una y en beneficio
de sus creadores la otra.
Cuando se ve la historia contada por Capra, en cualquiera de sus versiones, no tienes por menos que
identificarte con A. M. (Annie Manzanas) y solidarizarte con ella. Deseas que su
pequeña gran mentira salga bien y que la inocente Louise y su prometido
español puedan regresar a la vieja Europa y vivir felices el resto de sus días.
Pero con la otra A. M. (Amy Martin) la cosa cambia.
Siendo como es un personaje ficticio, resulta que existe un contrato con su
nombre y datos fiscales firmado por Xoán Cornide (este sí es de carne y
hueso) y se supone que antes de la firma sería presentada y entrevistada por
los responsables de admitir y calificar sus trabajos. En el documento en
cuestión fija su domicilio en Washington,
D. C., en el apartamento 810 del edificio The Alcazar.
La otra A. M. (Amy Martin), firmaba
artículos para ser publicados por la Fundación
Ideas a la que por medio de una agencia llegó a facturar 50.000.-€ por sus
trabajos, algunos tan actuales como la crisis de la eurozona, la central de Fukhusima o la industria del cine en Nigeria.
La otra A. M. (Amy Martin), facturaba
3.000.- € por artículo, lo que hizo sospechar a algunos medios, como El Mundo. Cuando los periodistas quisieron
confirmar sus sospechas llamaron al director de la Fundación Ideas, Carlos Mulas. Éste negó cualquier irregularidad y
les facilitó un móvil estadounidense y un correo personal de Amy
Martin.
Al final de todo el laberinto se encontraba la agencia
literaria Casanova & Lynch, que
representa a la esposa de Mulas, Irene
Zoé Alameda, y que registró la marca comercial y el logotipo de Amy
Martin. Cuando el periódico se puso en contacto con ellos, la agencia
no quiso facilitar ningún currículo sobre la periodista, alegando que es lo que
hace con todos los autores a los que representa.
Resumiendo, El
Mundo desveló que Carlos Mulas
tenía registrado el nombre de la columnista, es decir, que todo apuntaba a que
"se lo llevaba crudo". Ante semejante información, el vicepresidente
de la Fundación Ideas, Jesús Caldera,
anunciaba el pasado miércoles su destitución fulminante.
No se sabe muy bien cuál es el milagro, pero el gánster,
está claro que sí. Espero que Carlos
Mulas o Irene Zoé, autora confesa de la impostura, no realicen una nueva
versión de la misma historia que supere a la anterior.
Igualito Anny Manzanas que la sinverguenza esta y todos sus compañeros.
ResponderEliminarlo mismo es....sí
EliminarY Carlos Mulas.......!!!!Trabaja para el FMI!!!!.
ResponderEliminarOJU.
y además escribe ñibros contra la corrupción. ¿se puede tener más jeta?
EliminarComo en tantas cosas la realidad supera a la ficción.
ResponderEliminaresperemos que no se superen a sí mismos
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