lunes, 28 de enero de 2013

A. M. vs. A. M.




En la película DAMA POR UN DÍA, dirigida por Frank Capra, la historia se centra en Annie M, una desdichada anciana que vende manzanas por las calles de la ciudad de Nueva York. Su hija Louise ha sido criada en un convento en España desde que era una niña. A Louise le ha dejado creer que su madre es una señora de la alta sociedad llamada Sra. E. Worthington Manville y que vive en el hotel Marberry. Annie M. se da cuenta que su mentira va a ser descubierta cuando su hija le avisa que va a viajar en barco hacia Nueva York con su prometido Carlos y el padre de este, el Conde Romero.

Entre los clientes de Annie M. están Dave the Dude, un mafioso y jugador que cree que las manzanas de Annie le traen suerte, y su secuaz Happy McGuire. Le cuentan a Dave el problema de Annie, y le piden que alquile un apartamento en el hotel Marberry. Al principio se niega, pero cambia de opinión y organiza todo para que ella viva en una residencia palaciega de un amigo suyo. La novia de Dude, Missouri Martin, dueña de un club nocturno, ayuda a que Annie parezca una viuda respetable. Dave hace que Henry D. Blake, jugador de billar y estafador, pase por el marido de Annie, el Juez Manville.

Los chicos de la banda de Dave y las chicas del club de Missouri se hacen pasar por amigos de Annie de la alta sociedad. La noche de la fiesta, la policía rodea el club de Missouri, donde la banda está ensayando para la recepción. Dave llama a Blake para avisarle del problema, y Annie decide confesarle todo al Conde Romero. Pero el destino hace que el alcalde, el gobernador y sus séquitos aparezcan en la fiesta y permite a Annie M. mantener la farsa y evitar que su hija Louise sepa la verdad.

El propio Frank Capra se encargó de superarse a sí mismo al dirigir una nueva versión de la historia, UN GANSTER PARA UN MILAGRO, con una espléndida Bette Davis y un maravilloso Glenn Ford.

Annie Manzanas y Amy Martin sólo se parecen en sus iniciales y en que son personajes de ficción e impostoras que aparentan lo que no son en beneficio de su lejana hija una y en beneficio de sus creadores la otra.

Cuando se ve la historia contada por Capra, en cualquiera de sus versiones, no tienes por menos que identificarte con A. M. (Annie Manzanas) y solidarizarte con ella. Deseas que su pequeña gran mentira salga bien y que la inocente Louise y su prometido español puedan regresar a la vieja Europa y vivir felices el resto de sus días.

Pero con la otra A. M. (Amy Martin) la cosa cambia. Siendo como es un personaje ficticio, resulta que existe un contrato con su nombre y datos fiscales firmado por  Xoán Cornide (este sí es de carne y hueso) y se supone que antes de la firma sería presentada y entrevistada por los responsables de admitir y calificar sus trabajos. En el documento en cuestión fija su domicilio en Washington, D. C., en el apartamento 810 del edificio The Alcazar.

La otra A. M. (Amy Martin), firmaba artículos para ser publicados por la Fundación Ideas a la que por medio de una agencia llegó a facturar 50.000.-€ por sus trabajos, algunos tan actuales como la crisis de la eurozona, la central de Fukhusima o la industria del cine en Nigeria.

La otra A. M. (Amy Martin), facturaba 3.000.- € por artículo, lo que hizo sospechar a algunos medios, como El Mundo. Cuando los periodistas quisieron confirmar sus sospechas llamaron al director de la Fundación Ideas, Carlos Mulas. Éste negó cualquier irregularidad y les facilitó un móvil estadounidense y un correo personal de Amy Martin.

Al final de todo el laberinto se encontraba la agencia literaria Casanova & Lynch, que representa a la esposa de Mulas, Irene Zoé Alameda, y que registró la marca comercial y el logotipo de Amy Martin. Cuando el periódico se puso en contacto con ellos, la agencia no quiso facilitar ningún currículo sobre la periodista, alegando que es lo que hace con todos los autores a los que representa.

Resumiendo, El Mundo desveló que Carlos Mulas tenía registrado el nombre de la columnista, es decir, que todo apuntaba a que "se lo llevaba crudo". Ante semejante información, el vicepresidente de la Fundación Ideas, Jesús Caldera, anunciaba el pasado miércoles su destitución fulminante.

No se sabe muy bien cuál es el milagro, pero el gánster, está claro que sí. Espero que Carlos Mulas  o Irene Zoé, autora confesa de la impostura, no realicen una nueva versión de la misma historia que supere a la anterior.

6 comentarios:

  1. Igualito Anny Manzanas que la sinverguenza esta y todos sus compañeros.

    ResponderEliminar
  2. Y Carlos Mulas.......!!!!Trabaja para el FMI!!!!.
    OJU.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. y además escribe ñibros contra la corrupción. ¿se puede tener más jeta?

      Eliminar
  3. Como en tantas cosas la realidad supera a la ficción.

    ResponderEliminar