Tal como se denuncia
reiteradamente en la saga STAR WARS,
el Senado es el símbolo de la democracia… a no ser que exista otra institución
con más funciones, como el Congreso de
los Diputados, en el caso de España.
Decía
George Washington que el Senado de los EE.UU. servía para “enfriar”
las leyes, con una segunda lectura, dado que en el parlamentarismo moderno, el
Senado tiene esta función. En España, también y,
además, al Senado se le atribuye el papel de “representación territorial”.
En principio, el carácter
territorial del Senado se sustancia en que todas las provincias tienen el mismo
peso y, además, las autonomías nombran a sus propios representantes. Pero
también el Congreso es una cámara territorial, porque se elige provincia
por provincia, y no por una sola lista para toda España.
En cuanto a la capacidad del
Senado para revisar y reformular las leyes en España, las leyes que
van al Senado vuelven al Congreso de los Diputados que puede deshacer lo
que el Senado ha resuelto.
De
lo anteriormente descrito se deduce que el Senado, esa superflua institución
que Irlanda estudia suprimir, como gran medida de ahorro, sirve de poco
o de muy poco a los españoles. No obstante, como máquina de hacer dinero para
los partidos es un inmenso filón. Cada partido político ingresa una cantidad
que pagamos todos tanto por el número de diputados del congreso como por el de
senadores. De manera que los primeros interesados en mantener el número de unos
y de otros son nuestros propios representantes.
En
España, además, se cuenta con el único Senado del mundo en el que dos
ciudadanos del mismo país y que pueden expresarse en el mismo idioma (ambos
conocedores del castellano) y ambos andaluces, para abundar más en el
esperpento, utilizaron en una sesión oficial traducción simultánea
castellano-catalán.
El
extraconfidencial.com dice que el Senado “Debería dar ejemplo, pero por desgracia no es así. La Mesa del Senado
ha aprobado los presupuestos de la Cámara Alta para 2013 por un importe de 51,9 millones de euros, con
una exigua reducción del 2,5% con respecto a las cuentas de este año, por ello,
destacan que desde 2009, la reducción de este presupuesto será de casi el 15%.
Pero ¿Cuánto han caído los salarios reales y el presupuesto familiar de miles
de familias? Es más si nos vamos a las cifras de gastos de personal los números
son esperpéntico, un descenso del 0,21%, es decir “la vida sigue igual para los
senadores”.
Los senadores, además de su salario de 2.813,91
euros al mes, tienen otros 376 cargos remunerados a repartir entre los 266
senadores, un sobresueldo que toca, al menos, a uno por Senador ¿Por qué no se
incluye en el salario? Por supuesto, también coinciden en dietas, kilometraje
muy por encima de la media (0,25 euros por kilómetro), bolsa para taxis, dietas
en el extranjero… Pero tienen un punto de discrepancia, los vicepresidentes de mesa
y secretarios ganan incluso más que sus homólogos del Congreso.
Entre
los que más ganan al mes, su presidente Pío
García Escudero:11.222,68 euros, los dos vicepresidentes, Juan José Lucas y Yolanda Vicente González, con dietas más elevadas al ser senadores por
circunscripciones fuera de Madrid: 8.588,53 euros, los secretarios entre los
que se incluyen Ramón Rabanera o Carmen
Alborch: 8.101,29 euros, y los distintos portavoces 7.305,25 euros
mensuales. Y mientras, los españoles esperando este viernes a los Presupuestos
Generales del Estado y los recortes de 40.000 millones de euros para cuadrar
las cuentas.”
Ay, Irlanda. A ver si cunde
el ejemplo y licenciamos a tanto parásito. Claro que hace falta que los
partidos empiecen a pensar en los españoles antes que en sí mismos.
Y, mientras tanto, nadie
devuelve ni un céntimo de lo defraudado, robado, regalado, sustraído,
escondido, hurtado, despojado, malversado, usurpado, quitado, sisado, distraído,
desfalcado, estafado, trampeado y timado al bolsillo de la ciudadanía ante la
pasividad indiferente de los que tienen el deber moral y la obligación “jurada
o prometida” de cumplir y hacer cumplir las leyes del reino.
Ya se sabe, quien calla,
otorga.
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