domingo, 15 de diciembre de 2013

EL DESAFÍO



Nos pasamos la vida probando nuestros límites. Para afirmar nuestra personalidad o para arañar cuotas de albedrío.

       -        A las diez en casa.
       -        ¡A las diez y media!
       -        A las diez he dicho.

Y llegábamos a las 10:10… Luego a y veinte, unos días más tarde a y media…hasta que lo normal eran las once…

Cosas de adolescentes que tienen necesidad de creerse mayores, actuar como mayores y quieren que se les trate como a mayores, pero sin asumir responsabilidad alguna.

Lo quieren todo sin caer en la cuenta de que la casa que habitan la pagan otras personas, la seguridad, la educación, el confort de que disfrutan no lo tendrían nunca por sus propios medios. Pero quieren más.

Como Mas.

El viaje a ninguna parte emprendido por Artur Mas, cuando era Arturo,  empezó hace muchos años cuando escribió y llegó a decir, incluso, que eso del independentismo era una paletada pequeño burguesa de cuatro nostálgicos.

Hoy es un págame todo (la policía autonómica la paga el Ministerio del Interior), pero vete de mi habitación y cierra la puerta. Como cualquier adolescente, mantiene un desafío constante con sus mayores para que le concedan todos sus caprichos sin ninguna compensación por su parte.

Se hacen las víctimas, insultan, faltan al respeto, cuestionan todas las normas, sabedores de que “sus mayores” nunca les harían daño. Pero para todo hay límites.

Ahora que, gracias a todos, pero principalmente gracias a la gente sencilla y anónima se puede largar (¿o no? como preguntaban Tip y Coll), es fácil sacar pecho y lanzar órdagos tanto en su país, como en el resto del estado. Se amenaza con demostraciones de fuerza, se utiliza una incontinencia verbal que roza el insulto, pero por la parte del insulto, se reclaman agravios que solo existen en la mente del supuesto agraviado y se retuerce la historia hasta que parece que habría que pedir perdón por tanta infamia de siglos.

Se levantan monumentos a un héroe  imaginario, que en realidad sirvió hasta su muerte natural al rey al que intentó combatir y de cuyo perdón gozó muchos años y no se hace la menor mención al único héroe vivo, aunque nacido en el siglo pasado, que habita en la antigua Diputación General de Cataluña: Juan Manuel Serrat.

Serrat tuvo la osadía de exigir cantar en Eurovisión en catalán, porque él lo era. Nunca se lo permitieron, para mayor gloria de Massiel, que se encontró el boleto premiado.

No entro a valorar si representaba a España y, consecuentemente, debería cantar en español, ya que, hace unos años, Rosa cantó un título en inglés y Rodolfo Chiquilicuatre una memez infumable y no pasó nada.

Lo que realmente tuvo mérito es que lo hizo en pleno franquismo. En 1968 no se admitían bromas con estas cosas. Ni los Orioles, ni los Junqueras ni los Mas ni los menos se habrían atrevido a un desafío tan tremendo, lo que le valió el veto de TVE. Y ya se sabe, lo que no sale por la tele, no existe.

Pero esas personas que permitieron la entrada de Yagüe y la legión sin pegar un tiro en Barcelona, por prudencia, ahora que se puede largar ¿o no?, han perdido el seny y los buenos modales.

Porque esta gente es tan demócrata que, cuando sus propuestas no prosperan y no son refrendadas, argumenta que tienen el derecho democrático de oponerse. Lo llevan haciendo desde el compromiso de Caspe.

En 1412, las tres diputaciones del reino aragonés (Aragón, Cataluña y Valencia) eligieron a Fernando, nieto del penúltimo rey, Pedro IV, y sobrino del último, Martín I. A pesar de lo democrático de la elección, el proclamado principado de Cataluña nunca la aceptó de buen grado… 

Porque aunque era hijo de Leonor de Aragón, su padre fue Juan II de Castilla. Nada menos que un Trastámara en el trono de Aragón… qué ultraje para Cataluña. España (Castilla) nos roba, nos tiene envidia, no los ajuntamos.

Igual que hoy. Si la democracia no me concede lo que quiero, estoy en mi derecho de negarme sin más.

¿No es así, Artur?

¿Para cuándo un monumento a Joan Manel Serrat? Este sí que los tuvo bien puestos para probar su catalanidad. Y cuando no se podía largar.

2 comentarios:

  1. Como aquello que decía mi abuelo: "Y para que el capitán rabie, no como"
    Me encanta leer tu blog, porque las cosas resultan claras y simples de la manera que las cuentas

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    1. Contarlas como son y que los demás pongan los adornos que más les gusten.

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