viernes, 20 de diciembre de 2013

EL MENSAJE (Basado en hechos reales)



Cierto día, el hombre más importante de una región muy transitada por sus vecinos del norte, del otro lado de la cordillera fronteriza,  y de los de más allá del gran río, al sur de su territorio, fue informado de la precariedad del único puente que unía las dos montañas más altas de sus dominios.

Rápidamente solicitó un exhaustivo estudio de riesgos y llegó a la conclusión de que el puente se hundiría sin remedio si soportaba un peso mayor de 70 Kg.

Así pues, hombre sabio y prudente, decidió suspender temporalmente el flujo de personas y mercancías y comunicar a todos los habitantes de su lugar el problema existente, así como la obligación de vadear el profundo río a todo peso superior a 70 Kg. que pretendiera cruzar por este punto.

Valoró las terribles consecuencias de un accidente, tanto a nivel de las vidas humanas que se perderían como de los inconvenientes y cuantiosos gastos derivados de construir un nuevo puente, ya que una parte de sus tierras quedaría incomunicada con el resto y se interrumpiría el comercio, base y puntal de la economía local.

 
Diligentemente ordenó que se dispusiera de un gran letrero a cada lado del puente, advirtiendo del riesgo y reclamando el largo desvío a todos aquellos que rebasaran el peso establecido como seguro.

Los artesanos de la región se pusieron manos a la obra y elaboraron un par de carteles que indicaban claramente el límite máximo del peso admitido y la obligación de vadear el abismo a cualquiera que lo superase.

El responsable de comunicación le hizo notar que un simple cartel, por sí solo, no era suficiente para disuadir a aquellas personas que creyeran erróneamente estar por debajo del límite aceptado. Incluso era probable que muchos no conocieran su propio peso y, por prudencia, darían un largo y trabajoso rodeo sin necesidad.

Con estos consejos resolvió colocar unas básculas a ambos lados del puente y añadir a los letreros ya confeccionados instrucciones precisas y concretas para que cualquiera que intentase cruzar la precaria pasarela conociese su peso exacto con la debida antelación.

A una orden suya, se reabrió el paso por la endeble construcción mientras se iniciaban los trabajos para su apuntalamiento y refuerzo.

Los mercaderes estaban encantados, ya que podrían por fin intercambiar sus productos, y los comerciantes de ambos lados de la montaña vieron de nuevo prosperar sus negocios con el tránsito fluido de viajeros.

Todo parecía indicar que la situación estaba controlada porque, aunque algunos caminantes optaban por el pesado rodeo, el negocio no se veía perjudicado sensiblemente.

Un día le comunicaron la terrible desgracia. El puente había cedido bajo el peso de un habitante de las regiones del sur, que se había precipitado al vacío destrozándose contra las rocas del fondo. 

Además del cadáver, lamentaban el fin del comercio y la prosperidad que éste conlleva, hasta que se reconstruyera una sólida pasarela.
      -        ¿Acaso no miró el cartel? – preguntó recordando las palabras de su consejero de comunicación.
      -        Sí, excelencia. Lo miró detenidamente.
      -        ¿Y no se pesó antes de intentar cruzar?
      -        Sí, excelencia. Como todos lo que le precedieron.
      -        ¿El cartel ya no es legible, quizá?
     -        El cartel se ve y se lee muy bien, excelencia. Tiene letras rojas muy grandes y bien perfiladas en  las que se lee claramente: 

ATENCIÓ, VIATGERS:
LES VORERES D'AQUEST PONT NO RESISTEIX MÉS D'UN QUINTAL I DUES ARROVES.
COMPROVA EN LA BÀSCULA QUE EL TEU PES SIGUI IGUAL O MENOR A AQUEST MESURA.
PER ORDRE DEL SENYOR D'AQUESTES TERRES, SI PESES MÉS D'UN QUINTAL I DUES ARROVES CAL QUE PRENDRAS LA SENDERA QUE BAIXA DE LA MUNTANYA PEL RIU I TORNAR A PUJAR LA MUNTANYA DE L'ALTRE COSTAT

      -        Quizá hubiera sido mejor escribirlo también en las lenguas de las gentes del norte y del sur…Pero ahora ya es tarde.

Moraleja: Si quieres que tu mensaje llegue a su destino, asegúrate primero de que todo el público al que va dirigido lo puede entender.


6 comentarios:

  1. ATENCIÓN, VIAJEROS:
    LAS ACERAS DE ESTE PUENTE NO RESISTE MÁS DE UN QUINTAL Y DOS ARROBAS.
    COMPRUEBA EN LA BÁSCULA QUE TU PESO SEA IGUAL O MENOR A ESTE MEDIDA.
    POR ORDEN DEL SEÑOR DE ESTAS TIERRAS, SI PESAS MÁS DE UN QUINTAL Y DOS ARROBAS HACE FALTA QUE PRENDRAS EL SENDERO QUE BAJA DE LA MONTAÑA POR EL RÍO Y VOLVER A SUBIR LA MONTAÑA DEL OTRO LADO.......OJU, menos mal que internet también traduce del mallorquín al español.

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    1. Internet enseña algunas veces a los que no sabemos. De todos formas el español es poco dado a querer aprender otras lenguas y otros idiomas.

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    2. Es poco dado a aprender, en efecto.

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  2. Que bueno Chema!! El mensaje debe ser: Alto, claro.... y comprensible ;)

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    1. Y, además, confirmado. Se pretende decir una cosa, se dice otra parecida, se entiende otra similar y si no se confirma, muchas veces se tergiversa o malinterpreta.

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