Bueno, ya sabes que estos días no
me gustan demasiado. Empezando por la no celebración de tu santo, el 8 de
diciembre, y terminando en la no visita a los puestos de libros antiguos, el 6
de enero. Son, afortunadamente, días cortos.
Y no es que te eche de menos,
puesto que me he acostumbrado a tu ausencia y ya casi no me duele. Es por la
sensación de que a todo el mundo le entran unas prisas locas por demostrarse a
sí mismos lo buenos que podrían llegar a ser si las “fiestas” durasen un
poquito más.
Llego a la conclusión, muy
probablemente equivocada, de que vivimos nuestro propio sueño. No el que
idealizamos con frases sacadas de los manuales de autobombo pastelero, no. Un
sueño inconsciente, indetectable, ignorado, del que ni siquiera percibimos
hasta qué punto nos envuelve, condiciona y domina.
En cualquier caso, lo que sí sé
es que a pesar de ser todos compañeros de viaje de esta fábrica de egoísmo a la
que llamamos planeta Tierra, no todos nos comportamos como deberíamos, ni somos
plenamente conscientes de que estamos de paso, de paso… como cantaba Aute.
Gracias al espíritu del momento, y
con cierta colaboración del Papa Francisco, por fin se ha terminado el inútil
bloqueo de Cuba, una política fracasada, en palabras del presidente USA, que
sólo servía para mantener humillado y sin recursos al pueblo cubano y no a sus
dirigentes, que es a quienes se pretendía “castigar”.
Tal como te comentaba hace un
año, la llamada “crisis”, ese inteligente
mecanismo patógeno que no afecta en absoluto a los “pudientes”, está llegando a su fin. O eso dicen los mismos que la
inventaron. Sube la compra-venta de pisos, los coches llevan un tiempo al alza
y se estima que la economía del país crecerá un poco por encima de la media
europea. Incluso la banca reconoce un beneficio de 7.500 millones de Euros,
pura calderilla.
Imagino que ya os habrán llegado
los ecos de las corruptelas de las grandes y “honorables” familias políticas, y de las no tan “honorables”, lo de las tarjetas negras, lo del “Gran Fran” y de toda la lista de “Rinconetes y Cortadillos” que se dan por
estas castigadas tierras. Espero que les tengan reservado a estos mangantes el
sótano más oscuro y húmedo de todos, en el que tengan que permanecer de
puntillas toda la eternidad para poder ver un atisbo de luz.
Además de este blog, del que adjunto una curiosa estadística de su difusión y después de publicar el libro que te escribí para que te hicieras una mejor idea de qué era eso de luchar “contra Franco”, he puesto en circulación los tres que te anunciaba (La Saga TIC, una trilogía a caballo entre la Ficción Científica y la Ciencia Ficción) además de una preciosa historia en la que te hago figurar como protagonista, aunque con otro nombre: La Estirpe. A la presentación han asistido algunos compañeros de “Doxa”, como la conocimos en principio, y me he llevado una gran alegría al verlos. Está siendo muy bien recibida y espero que el “boca a oreja” funcione adecuadamente (El boca a boca es lo que se le hace a quienes se ahogan)
El
mayor acaba de señalar una casa y está muy ilusionado con ella. Así dejará “LA
CUEVA”, como él mismo la llama con sorna y podrá disponer de un estudio decente
para sus fotografías. Ya le han publicado varios reportajes y recibe encargos “de
pago”. Poco a poco, ya sabes. Sin prisa, pero sin pausa.
El
pequeño no vendrá este año. Ya ha invertido todos sus días de vacaciones y se
reserva para venir en primavera con la intención de llevarse su pequeño Alfa
Romeo para allá. Está mucho más contento, trabajando más y ya habla el albanés
casi como un nativo…
En cuanto a mí, cada día mejor
con la chica aragonesa que te comenté. Nos gusta viajar y ya tenemos recorrida
buena parte de las ciudades españolas (Valencia ha sido la última), y algunas
del resto de Europa.
Espero que me sigas cuidando como
hasta ahora, más que nada para mantenernos en la brecha y no acelerar lo
inevitable. Ya sabes que toda ayuda será poca, dadas las circunstancias.
Un tiempo para cada cosa y cada
cosa a su tiempo.
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