El pasado 12 de diciembre tuvo
lugar la anunciada presentación de mi quinta novela, “La Estirpe”. Una intriga de amores, traiciones, investigación,
camaradería y sacrificio que arranca y termina en Alcobaça, el lugar donde los restos de la reina muerta, Inés de Castro,
descansan para siempre.
Si hubiera podido elegir un
comentario sobre la presentación de #LaEstirpe,
sin duda hubiera intentado que se parecería mucho al que Pedro Lalanda ha escrito.
Tengo su permiso para reproducirlo íntegramente.
“Hay, en la vida, momentos especiales en los que la magia flota en el
ambiente con naturalidad plena, sin preparación previa ni pretensión alguna.
Simplemente, se conjugan una serie de circunstancias que, inesperadamente,
hacen que la chispa de la llama que caldea los corazones se encienda de forma
suave y persistente de manera inevitable….Son instantes extraordinarios que,
aunque se sienten, - el alma disfruta de su superior naturaleza -, el intelecto
no sabe muy bien cómo definir ni expresar.
Y uno de esos excepcionales acontecimientos tuvo lugar anoche, en un
encuentro que se producía con absoluta sencillez, a pesar de que su importancia
era obvia. Se trataba de la presentación oficial de la última de las obras de Ángel Arribas: "La Estirpe".
El quinto libro que, en la producción literaria de cualquier autor, tiene un
especial significado de consagración en su trayectoria. La prueba ácida cuya
superación representa uno de los hitos importantes para quien escribe….
Esa consideración ya era suficiente para hacer atractiva la asistencia,
pero había otras adicionales que nos impulsaron a hacer cuanto fuera posible
para acudir: la “desvirtualización” del autor – a quien uno admira en muchos
sentidos – y la de nuestra querida amiga Marina
Carbonero, aprovechando la exquisita invitación que había tenido la
oportunidad de efectuarnos en este mismo medio solamente hacía unas horas. Así
que, “haciendo encaje de bolillos”, conseguí dejar disponible un hueco en mis
compromisos para estar presente.
Ya la llegada fue excelente. Maravilloso entorno – la Asociación de Escritores y Artistas Españoles - lleno de
símbolos y vestigios del devenir de nuestra Literatura Española, en el que
fuimos encontrando la grata presencia de amigos de las Redes Sociales – Toya Llabata Sánchez, Ana Carmen Moruga Muñoz, Paloma Donaire, Cristina Rubio Pérez, Rosa Merino, entre otr@s – que
conformaban un ambiente realmente acogedor. Después, turno de presentación
(excelente Toya, y erudito Emilio) seguida por una breve
exposición de Ángel y una agradable
tertulia de preguntas y consideraciones de asistentes y autor sobre el
contenido del libro, que, sin desvelar en absoluto, ahora estoy en condiciones
de atestiguar que es estupendo: he mantenido mi hábito de leerlo de un tirón,
tal como anoche comentaba a mis amigos.
Una velada entrañable, en la que esas gotas de magia estuvieron
presentes. Probablemente holgaban palabras para describir tan bello momento: la
fotografía lo explica sin ellas. El inicio, Marina y Ángel, de una
amistad 1.0 que – como en la divisa del Rey D. Pedro, mencionada en el libro (¿Sería el predecesor de Buzz
Lightyear?) – esperemos se mantenga “Hasta
el fin del mundo y más allá”… Como el éxito que deseamos a "La Estipe"”.
Ante tal comentario no queda
mucho para añadir, excepto mi agradecimiento sincero a todas las personas,
presentes o no, que me dan fuerzas para seguir por este complicado sendero.
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¡Hasta el fin del mundo… y más allá!
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