Técnicamente sí. De hecho, esta
certificado oficialmente, tal como le restregaron por las narices al juez
Garzón (para mí sigue siendo juez) cuando se hacía la misma pregunta respecto a
las responsabilidades contraídas por el pequeño general por un “quíteme usted
este gobierno legítimo”.
En la práctica parece ser que su
espíritu permanece entre nosotros como némesis de rojos, judeo-masones y
libertinos. Libertad, sí; pero dentro de
un orden.
Tenemos la misma “eficacia y
contundencia profesional” de los cuerpos y fuerzas de represión del estado que
cuando vestían de gris, en aquellos gloriosos días del “disuélvanse” cuando
caminaban juntos más de una persona a la vez. Está claro que somos seres
etéreos, capaces de fusionarse con el resto de gases nobles que componen
nuestra atmósfera vital.
“Las razones de nuevo pisoteadas” denunciaba proféticamente Chicho Sánchez Ferlosio en la canción
que dedicó a Julián Grimau. Claro
que ahora no se tira a nadie por las ventanas de la DGS (no quisiera dar
ideas), pero se les da la cuerda del desahucio para que se suiciden.
Te descontaban una cantidad para
la cuota obligatoria del sindicato vertical, esa institución paterno-fascista
en la que empresarios y productores (decir obrero o trabajador era yuyu, bwana) mantenían una idílica
relación familiar, que no de amistad. Ya se sabe, los amigos se eligen. La familia,
no.
Ahora no hay un descuento
concreto para este concepto, pero el estado paga a las organizaciones
sindicales (varias) y a las patronales (varias) unas generosas subvenciones que
pagamos entre todos, afiliados o no, empresarios o no.
Teníamos el TOP que,
contrariamente a lo que muchos puedan pensar, no es la lista de los principales
en nada. Más bien eran listas de los principales enemigos del régimen (hoy se
les llama “antisistema”, como si el sistema
fuera algo sagrado e intocable) En el Tribunal de Orden Público se
encargaban de juzgar severísimamente a los integrantes de la masonería y el
comunismo. Hoy se siguen utilizando las mismas palabras para denostar las
acciones o argumentos de algunas personas, simplemente por ser comunistas. Se
dice que “el comunista fulano de tal” se opone a tal cosa. Como en los viejos
tiempos.
Los años que llevamos de
emigración colonizadora y aventurera se parecen a los famosos 25 años de PAZ… (Para
Alemania Zumbando), con el pequeño matiz, pero no menor, de que antes te ibas
con un contrato y ahora te vas “a ver qué sale”.
Las leyes, normas y regulaciones
sobre el derecho a comportarse con la debida educación y urbanidad ante
cualquier manifestación callejera son una pura delicia kafkiana.
Claro que se oyen voces en el
seno del PP sobre que “la violencia no puede nunca sustituir a la
democracia”. Felicidades. Ya era hora. Acaban de condenar al franquismo.
¿O no, don Mariano?
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