Los libros se editan para ser
leídos. ¿Para qué si no? Pero “Donde no hay publicidad, resplandece la verdad”,
decía una famosa sección de La Codorniz, que se autoproclamaba “La revista más audaz para el lector más
inteligente”.
En la actualidad el aforismo “El buen paño en el arca se vende”, algo
así como que “lo bueno se vende solo”,
está obsoleto y demodé, como decía mi tía Enriqueta.
Tampoco es como para pasearse por
las calles de medio mundo fumando un puro de metro y medio apoyado en un
soporte con ruedas, como hacía Salvador Dalí en un intento de llamar (más) la
atención del respetable. Aunque lo cierto es que, al día de hoy, lo que no se
comparte no existe; lo que no se promociona no se conoce; lo que no se hace
notar, pasa desapercibido.
En mi personal afán por plasmar
mis ideas en forma de historias he recurrido por dos veces a la misma editorial
y, por dos veces, me he sentido defraudado. Por esa razón decidí publicar en
Amazon. No sólo resulta mucho más barato cada libro impreso (a veces, diez
euros menos), sino que, además, puedes diseñar tu propia portada (o las que te
haya diseñado un amigo, como Ángel
Pollán o Angélica Ciceronia) y
no “tragar” con la que ponen los gurús del marketing editorial en función de
sus estudios de mercado. Creación total.
De modo que, junto con el
ejemplar impreso en el tradicional papel, se realiza la versión ebook,
por menos de lo que vale un periódico, para los dispositivos conocidos como “libro
electrónico”.
Todo ello de una forma ágil,
intuitiva y amigable, lo que da como resultado que tus obras forman parte del gigantesco
escaparate que es el mundo de habla hispana, por lo que ya tengo lectores en México,
Chile, además de España, que yo conozca. Obviamente puede haber más en otros países,
pero no han contactado conmigo.
Y esa es una de las razones más
poderosas: El mundo 2.0., en el que quienes me leen pueden, si lo desean,
contactar conmigo y expresarse libremente.
Y ahí estamos, con la página de
Autor Amazon http://www.amazon.com/-/e/B00NDR8HEI
que ya recoge “Llora como mujer”
(portada de A. Pollán); Art Tic (portada de A. Pollán, ilustraciones de A.
Arribas); “Ant Art Tic” y “Las Aventuras de Noa, la Maltesa Feliz”.
Es obvio que “hay gente p’a tó” y he recibido críticas
de todos los colores, y de todas he sacado una enseñanza. Pero al menos de esta
manera puedo recibir las opiniones de las personas que leen mi trabajo y me comunican
sus impresiones.
¿Qué más puede pedir un autor que conocer de primera mano las
sensaciones que su obra despierta en los lectores?
Tengo pendiente de publicar “La
Estirpe”, de la que me siento especialmente orgulloso, pero estoy a la espera
del fallo del concurso literario al que fue presentada. Será en diciembre y, aunque
este tipo de certámenes suelen estar ya asignados de antemano, me conformo con
quedar entre las diez obras seleccionadas.
También estoy terminando la
tercera parte (¿y última?) de la Saga Tic, o RRZ, una aplicación de
Inteligencia Artificial con todas las virtudes del conocimiento y ninguno de
sus defectos. De momento hay un vídeo sobre la INTRODUCCIÖN que puede ser
ilustrativo: https://www.youtube.com/watch?v=ZIbQe-js1oU
Sólo quienes se adaptan a los
tiempos sobreviven. Los que se empeñan en mantener las costumbres del pasado,
se extinguen.
La Garza adaptada.
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