XXXV. GRANDES PARADOJAS DE LA HUMANIDAD

Paradoja de Fermi. Si el Universo estuviera poblado por civilizaciones avanzadas tecnológicamente, ¿dónde están?

Paradoja de Martini ¿Si la luz viaja más rápido que el tiempo, a dónde va?

Paradoja de Olbers ¿Por qué, si hay infinitas estrellas, el cielo es negro?

Paradoja de Abilene: Las personas frecuentemente toman decisiones contra sus propios intereses.

Paradoja Sindical: Si los sindicatos tienen como finalidad la defensa de la clase trabajadora, ¿por qué no se manifiestan en Andalucía?

En la capital andaluza, Sevilla, hay micropintadas, que caben en el canto de un ladrillo denunciando esta paradoja. 

Son como pequeños tuits, la aplicación de microblogging, en la que, quien lo desea, puede expresar lo que quiera con un máximo de 140 caracteres.

Protestan por la pasividad de los sindicatos de clase, siendo Andalucía la comunidad con mayor índice de paro, con el problema añadido de los ERES fraudulentos.

Según El País, “La tasa de paro supera el 30% en 16 provincias, incluidas todas las andaluzas, canarias y extremeñas y las dos ciudades autónomas. Además, también superan ese umbral Albacete y Ciudad Real, ambas de la comunidad de Castilla-La Mancha”.

Y, con mayor detalle, “El paro en Andalucía alcanza la cifra de 1.110.801. Este último mes de noviembre subió en 23.553 personas respecto al mes anterior de octubre, es un 2,17% de subida”.

Por otra parte, los denominados ERES fraudulentos, el escándalo de los ERE en Andalucía, EREgate o caso del fondo de reptiles, son una presunta red de corrupción política vinculada a la Junta de Andalucía. El origen del escándalo está en la investigación, actualmente en curso, del caso de corrupción en la empresa sevillana Mercasevilla, en las que se detectaron prejubilaciones aparentemente fraudulentas. El escándalo de los ERE, expedientes de regulación de empleo, es atribuible al 3% de los ERE totales llevados a cabo en Andalucía, según Wikipedia.

El caso ERE está siendo actualmente investigado por el juzgado de instrucción número 6 de Sevilla, dirigido por la juez Mercedes Alaya, y por el Tribunal de Cuentas del Estado. La paradoja estriba en que la propia Junta de Andalucía es acusación particular en el caso, un rara avis en la praxis política institucional.

Las cifras que se barajan en este presunto fraude (será fraude cuando la justicia lo considere probado), son delirantes.

En efecto, desde el año 2000 hasta la actualidad, la Junta de Andalucía ha subvencionado prejubilaciones en 68 empresas que se acogieron a los planes gubernamentales de empleo. El total del fondo destinado a ayudar a estas empresas durante este período, el llamado fondo de reptiles, ascendió a 647.869.157,45 euros, de los cuales 560 millones se utilizaron para pagar las prejubilaciones de los ERE, y los 87 millones restantes tuvieron el fin de respaldar procesos de reestructuración de empresas en crisis. 

La prejubilación es una fórmula de finalización de contratos laborales, utilizada por acuerdo entre las empresas, los trabajadores y en su caso la Administración, si participa en la financiación de estas. Pese a ser una fórmula que por sí misma no constituye una ilegalidad (de hecho, la práctica de la prejubilación está ampliamente extendida en las empresas españolas), su uso en este caso está cuestionado por la Policía Judicial.

Cuenta Homero en la Odisea que Ulises, al ser preguntado por su nombre por el gigante Polifemo, respondió: Me llamo Nadie. Posteriormente, cuando consiguieron emborracharle, Ulises le clavó una afilada estaca en su único ojo, hiriéndole de muerte. A sus gritos acudieron sus hermanos gigantes: ¿Quién te hace daño o hiere con fuerza para que des esos gritos de muerte? –Nadie-, afirmaba Polifemo- Nadie me mata con astucia, que no con fuerza. Lógicamente, le reprocharon el alboroto, pero no intervinieron al tratarse de Nadie

¿Quién se manifiesta contra esta situación en Andalucía? Nadie, solo que detrás de nadie NO HAY NADIE. 

Y el Madrid, ¿qué? Otra vez campeón de Europa, ¿no? Donde llegan los sindicalistas andaluces, hace mucho tiempo que no llega nadie.

¿Y si la vida fuera una gigantesca paradoja?