jueves, 25 de octubre de 2012

A VUELTAS CON EL ALMA

En cierta ocasión, oí a un ser humano decir que los periódicos sólo dicen dos verdades: La fecha y el precio, y no siempre.

Hay pequeños islotes culturales en los que se pueden adquirir revistas, diarios y todo tipo de publicaciones periódicas semanales, quincenales, mensuales... incluso anuales, como el famoso calendario zaragozano,

Los nombres de estos medios suelen corresponder con el espíritu de sus editores. Algunos recurren a contextos geopolíticos y se refieren al país, a la nación, al mundo… otras tienen una vocación más limitada y se erigen en portavoces de una región o comarca como heraldos de tal sitio, la voz de tal otro, la gaceta del lugar, etc. Hay uno, especialmente curioso, que hace referencia a la capacidad humana para la lectura y ostenta las primeras letras del alfabeto “occidental” o latino: El conocido abecedario.

En este último diario me sorprende con la noticia de que una presentadora y periodista de TVE tiene dudas sobre si el alma humana (valga la redundancia puesto que se admite que sólo el ser humano posee un alma inmortal) se puede transferir mediante el trasplante de órganos de un humano a otro.


Otro periódico de vanguardia, publica que, según la citada persona, "No está científicamente demostrado que el alma no se transmita". Por su parte el diario del país, achaca la siguiente información: “No está comprobado que el alma no sea trasplantada con los órganos” y el de ámbito mundial afirma que: M. M. (no, no es Marilyn Monroe) pide perdón a los que se 'hayan ofendido' con sus declaraciones.

Obviamente la comunidad científica no ha tardado en arrojar luz sobre tan apasionante debate y viene a concluir, según un diario público, que Los médicos confirman a M. M. que el alma no se transmite por los riñones.


Despejada la duda de la transmigración del alma nefrítica cabe preguntar si sería posible en el caso de que se trate del corazón, el cerebro o cualquier otro órgano noble, menos vulgar que el encargado de filtrar los fluidos residuales.Por otra parte, Luis Alfonso Gámez, se pregunta en su blog: “¿Tiene pruebas M. M. de que el alma exista y pueda ser trasplantada? ¿no?, pues que se calle”


Sin embargo, los inventores del ente inmortal llamado alma, las religiones, callan al respecto y, que esta garza sepa, al día de hoy no se han pronunciado sobre lo que intuyo consideran una intromisión en su sagrada misión.

Según la mayoría de las creencias, el ser humano es el único orgulloso poseedor de un alma inmortal (otras consideran que el alma puede circular libremente entre humanos y animales sin más criterio que su comportamiento precedente). No obstante, todas coinciden en que el alma se libera de su cárcel física corporal en el momento de la muerte del ser que la aloja y pasa entonces a disposición de su creador, que premiará o castigará el comportamiento de su poseedor con paraísos celestiales y fiscales (libres de cargas), con reencarnaciones en nuevos y más poderosos seres (incluidas plantas) o con infiernos dantescos, tipo encontrar trabajo en España. Dado que el purgatorio ha sido declarado oficialmente inexistente por el Santo Padre de Roma, no quiero imaginar qué puede suceder en caso de empate técnico entre las bondades y las maldades de un alma el día de su juicio.

Por lo tanto, M. M. puede morir tranquila sabiendo que, como donante de órganos (todos) que ha declarado ser, su alma no pasará a coexistir con la de los posibles beneficiarios de sus futuros trasplantes, sino que irá directamente a ser sometida a juicio severísimo por el comportamiento de su propietaria en este valle de lágrimas.


¡Por el Gran Garzón, espero que no se reencarne en garza!


6 comentarios:

  1. y son muchas las creencias, sobre todo orientales, que creen en la reencarnación. Si esta piba fuera japonesa, a la próxima sería cucaracha.

    ResponderEliminar
  2. Hola, Carlos y benimollimo. Esta situación me produce cierto repelús, pero se supone que no empleamos expresiones peyorativas, así que asumo cucaracha como ese noble ser doméstico que se alimenta de los sobrantes del hogar, contribuyendo a su limpieza en los rincones más profundos. Por idiota entiendo el personaje de Dostoievski, el principe Mishkin que va de la humillación al orgullo y resulta una especie de alter ego de tan profundo autor.

    ResponderEliminar
  3. Pues claro, Garza. Ese es, en efecto, mi justo juicio...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por favor ,por favor a los que me querais no dejeis que me trasplanten de M.M ni las pestañas, no sea que me llegue su alma,de momento me quedo con la mia.
      Anonimo Rulo jaja

      Eliminar
  4. En contestación a mi compañero anónimo, a mi tampoco. Anonimo bis, jejejeje.

    ResponderEliminar