viernes, 26 de octubre de 2012

V. RIESGO Y PELIGRO



Algunos humanos tienden  a confundir términos relacionados, como posible y probablecontenido y continente, riesgo y peligro… y suelen nombrar al todo por una parte. La expresión más corriente de esta última figura, que se ha definido con sinécdoque, es la afirmación de que ESPAÑA (el todo) es campeona del MUNDO. El equipo de fútbol (la parte) se hace extensivo a toda la nación.  Así, todos somos campeones del mundo mundial (con permiso de Manolito Gafotas).

Con posible y probable la situación es algo parecida. Se suele asegurar que existen muchas posibilidades de que ocurra tal o cual suceso o de su contrario, cuando lo cierto es que la posibilidad sólo es una: O es posible o no lo es. Es posible obtener un premio en un sorteo quiniela o lotería;  pero las posibilidades no aumentan por jugar más números o más décimos o más apuestas. Lo que aumenta son las probabilidades. De modo que no es posible que toque un premio que no se ha jugado, pero es más probable que toque si se llevan más boletos.

Esto nos conduce a otro error bastante común. Que un hecho cualquiera sea posible no necesariamente implica que sea muy probable, lo que necesariamente lleva algunas ocasiones a confundir riesgo con peligro.

El término peligro es similar a la expresión posible, en el sentido de que alude a la existencia o ausencia de determinado daño: Peligro de desprendimiento alude al daño que podría producirse si rocas o piedras cayeran de repente sobre la calzada o peor aún, sobre vehículos o peatones. De este modo se habla de que se incrementa el peligro de desprendimiento en caso de lluvias o terremotos, cuando lo que realmente aumenta es el riesgo de que se materialice el temido desprendimiento.

Con la ya famosa prima de riesgo ocurre algo parecido. La prima de riesgo es, en esencia, un indicativo financiero (puag, qué palabrota), que sirve para determinar la probabilidad de que un valor  o activo concreto tenga un rendimiento esperado (por determinar) superior al del rendimiento conocido de un valor o activo de referencia, que se considera libre de riesgo. En el caso de la deuda pública de ESPAÑA se compara su evolución esperada con la deuda pública de ALEMANIA.

Prima de riesgo es sinónimo de diferencial de deuda y en la práctica es la mayor cuantía que tendrá que pagar un país por financiarse en el mercado, respecto de otro considerado modelo.

Todos los días los diferentes medios de comunicación insisten en presentar los valores inestables de la prima de riesgo, en la que se da la paradoja de que es peor cuanto más aumenta. A veces se indica también el ratio de interés que representa, es decir, el dinero de más que tendrá que desembolsar el estado al abonar el préstamo del dinero recibido. Su aumento es bueno para los inversores y no tan bueno para el pagador. El peligro es que el Estado no pueda pagar sus deudas y entre en quiebra: El riesgo muestra la probabilidad de que esto ocurra.

Del indicativo de Gini, poco o nada se dice.

En lo esencial que un país pague más o menos cara las subastas de deuda que precisa para financiarse, no empobrece a su población, ni hace más ricos a los que ya lo son, excepto, claro está, si especulan con la deuda del estado.

Esta brecha social, que se mide por la diferencia que se da entre el aumento de la pobreza y el aumento de la riqueza hace que cada vez los pobres sean más pobres y los ricos, riquísimos.

El Coeficiente de Gini es un baremo para medir la desigualdad ideado por un italiano experto en estadística, llamado Corrado Gini. Este indicador se utiliza para expresar la desigualdad en los ingresos de los diferentes miembros de una determinada comunidad, población, región o país, aunque también se puede aplicar para evaluar cualquier otro parámetro de distribución no igualitaria.

Este coeficiente se representa con número entre 0 y 1, en donde 0 equivale a la perfecta igualdad (todos los elementos obtienen los mismos ingresos) y 1 se corresponde con la perfecta desigualdad (una elemento tiene todos los ingresos y los resto ninguno). Eso se traduce en que cuanto más bajo sea su valor, menor desigualdad existe entre los distintos elementos.

El Índice de Gini de España, Dinamarca, Suecia y Alemania en las últimas cinco décadas ha sido como sigue:


ESPAÑA
DINAMARCA
SUECIA
ALEMANIA
1970
N/D
N/D
0,212
N/D
1980
0,323
0,221
0,198
0,257
1990
0,322
0,215
0,211
0,272
2000
0,328
0,226
0,243
0,270
2010
0,347
0,232
0,234
0,298

Fuente: Coeficiente de Gini del Mundo 2011-2012 Escrito por Fabián el octubre 21, 2011

La desigualdad de ingresos entre España y los países citados es claramente superior, lo que indica que su brecha social es más amplia y profunda.
  
Respecto de la OCDE-30, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos de los 30 países más industrializados esta diferencia es también muy significativa. España se sitúa tres puestos por detrás de la media de tan importante colectivo, del que forma parte.

 Es cierto que la crisis es de ámbito mundial, pero parece que el peligro de que el coeficiente de Gini alcance el valor 1 (la perfecta desigualdad) por el aumento de la pobreza al tiempo que se incrementa la riqueza tiene cada vez mayor “prima de riesgo” en esta piel de toro. Esto significa que cada vez menos tienen más y más tienen menos.

Así, pues, celebremos que disminuye la prima de riesgo con relación a Alemania en 200 puntos básicos y no digamos nada de cómo aumenta el riesgo de desigualdad  entre los ingresos de la ciudadanía.

Ya se sabe, a río revuelto, ganancia de garzas y otros pescadores.

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