martes, 19 de febrero de 2013

GRECIA



El mundo occidental, que le debe a Grecia cosas tan cotidianas como la democracia, la escultura, los juegos olímpicos, el teatro, la literatura, la filosofía, la ética, la moral, la arquitectura, el nombre de EUROPA, entre un cúmulo de disciplinas humanistas, como la terminología clínica, el juramento hipocrático, las leyes, la enseñanza… y un larguísimo etcétera, MIRA para otro lado mientras la Grecia del siglo XXI se desmorona sin remedio.


Los anfiteatros son improvisados dormitorios arropados con cartones para un importante número de helenos. Se están TALANDO los árboles de las ciudades de parques y jardines con nocturnidad para disponer de combustible para calentar los hogares.


El 10 de febrero de 2013, Sergio Di Cori Modigliani publica en su blog, en italiano una denuncia de Amnistía Internacional sobre Grecia, del que destaco lo siguiente:



Grecia ha caído, definitivamente, bajo el peso de la deuda contraída con el BCE.

Están asaltando los supermercados. Pero no se trata de bandidos armados. Se trata de gente furiosa y hambrienta que no empuña ni siquiera una pistola, con la complicidad de los empleados que les dicen: “coged lo que queráis, nosotros como si nada”. Se trata de la revuelta de 150 empresarios agrícolas, productores de cítricos, que se han negado categóricamente a destruir toneladas de naranjas y limones para moderar los precios, como pide la UE. Han cogido la fruta, la han cargado en camiones y han ido a las plazas de las ciudades con megáfono, regalándola a la gente, contándoles cómo están las cosas.

Se trata de 200 productores agrícolas, ex propietarios de lecherías, que de ser dueños de sus propias empresas han pasado a ser empleados de la multinacional bávara Müller, que se ha apropiado de sus empresas endeudadas, adquiriéndolas por pocos euros, apoyada por el crédito bancario facilitado. Éstos, han cogido sus productos de la semana, alrededor de 40.000 vasos de yogur (el producto griego por excelencia, el mejor yogur del mundo desde siempre), los han cargado en camiones y en lugar de embarcarlos en el Pireo hacia el mercado continental de la gran distribución, los han regalado a la población yendo a distribuirlos a las puertas de colegios y hospitales.

Se trata también de dos movimientos anárquicos locales, que se han organizado y han pasado a los hechos: basta manifestaciones y protestas, robemos a los bancos: en las últimas cinco semanas los atracos han aumentado un 600% respecto a hace un año. 

Roban lo que pueden y después lo reparten con la gente que va a hacer la compra. La policía ha logrado arrestar a cuatro de ellos, reos confesos, pero una vez en la comisaría los han masacrado a golpes sin consentirles contactar ser representados por los abogados. 

Esto se ha sabido por la confesión del policía de administración encargado de la misión de retocar con Photoshop las fotografías de los cuatro arrestados, dos de los cuales se recuperan en el hospital de graves lesiones.

Y así, ha caído la sección europea de Amnistía Internacional, con sus valientes inspectores suecos, holandeses y alemanes, que han realizado una investigación, recogido documentación y han denunciado oficialmente a la policía local, al ministerio del Interior griego y al gobierno entero ante la Comisión de Derechos y Justicia de la UE en Bruselas, pidiendo la intervención inmediata de toda la comunidad internacional para actuar rápidamente y evitar que la situación empeore.

Nos hemos enterado así que el más importante economista alemán, el profesor Hans Werner Sinn (consejero personal de Angela Merkel), apoyado por otros 50 economistas, valiéndose incluso del apoyo de un representante del sistema bancario europeo, Sir Moorald Choudry (vicepresidente del Royal Bank of Scotland, el cuarto banco del mundo), han presentado un informe urgente tanto al Consejo de Europa, como a la presidencia del BCE, como a la oficina de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la UE, sosteniendo que “Grecia debe salir, rápida y temporalmente del Euro, devaluando su moneda un 20/30%, bajo el riesgo de la definitiva destrucción de la economía, que ha llegado a un punto tal de degradación que podría ser considerada como “tragedia humanitaria” y por tanto empezar a barajar la hipótesis de pedir la intervención de la ONU”.

Los huesos de Pericles, Arístides, Hipócrates, Praxíteles, Homero, Agamenón, Aristóteles, Euclides, Pitágoras, Platón, Thales, Odiseo… y de tantos otros se tienen que estar revolviendo allá donde se encuentren.

Sin comentarios.

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