miércoles, 27 de febrero de 2013

ARTES MARCIALES.



Una de las artes marciales orientales más conocidas es el Kárate, desarrollado en la ancestral escuela Shotokan de Okinawa.

En japonés, kara significa vacío, y te, mano.  Algo así como la MANO VACÍA. Modernamente se le ha añadido la palabra do, camino, por lo que la acepción actual de Karate do significa “el camino de la mano vacía

Otro producto de la tradición japonesa es el Arce Palmado. Este pequeño arbusto es muy utilizado en la técnica del bonsái y su color púrpura le confiere una vistosidad y ornamento inusual.

Los antiguos nobles samuráis, depositarios del código ético y moral de los guerreros, conocido como Bushido, tienen un dicho muy significativo. “La flor del almendro es como el honor del samurái: Cuando se toca, se cae”.

La geografía nacional está llena de nobles guerreros, cuyo honor está más que pisoteado, toda vez que las flores del almendro se manosean y soban con gran profusión. No obstante, como el los nobles medievales, practican aquello de que “es de nobles no erralla, mas si erralla, sostenella y no enmendalla” Y así tenemos a los Pujoles, Mandangarines, Bárcenas, Blancos, con todo títulos tan significativos como duques, honorables, excelencia, señorías y otros eufemismo vacíos de significado.

Que la reina es una santa hace tiempo que no se discute. Con ese esposo, esos yernos y esa situación familiar y sin perder la sonrisa (ni el estatus, claro). Es lo que tiene ser consorte (con suerte) que si te separas pierdes el título.

I.U. es duque consorte. En Palma ha palmado (como el arce japonés) y corre el riesgo cada vez más probable de perder el titulito. Así tendría que firmar sus futuros correos jocosos como ex duque, a secas. Si añade el sufijo corre el riesgo de que se le asocie como el camino del ex duque con las manos vacías, que es como le van a dejar.

Lo de Bárcenas se parece más al gánster Borsalino. No sólo por el abrigo que luce, similar al de Al Capone en aquella cinta de Los Intocables, de Kevin Costner y Sean Connery,  También por las prácticas vistas en tantas pelis de la mafia en las que para su propia protección, los poseedores de secretos comprometedores los depositan en lugares seguros (notarías, por ejemplo) con instrucciones concretas para su publicación en el caso de que me pase algo. También se conoce como chantaje institucional: Cuida de que no me toquen ni un pelo o te la cargas.

¿Y mientras? Pues entretanto, a una madre que se encontró una tarjeta de crédito y compró pañales y potitos la tuvo que indultar el gobierno, de los añitos de cárcel a los que fue condenada.

A los que han custodiado el dinero ajeno en su propio y personal beneficio se les sigue concediendo el beneficio de la duda y, por supuesto, la presunción de Inocencia.
El grupo político autor de la reforma laboral más ambiciosa (ambición empresarial) e inútil de la historia (el paro sigue subiendo, como Félix Baumgartner,) ha rizado el rizo con unas figuras contractuales insólitas: El despido simulado. El finiquito diferido, la relación contractual vigente pero simulada, pagando la seguridad social… ¿A UN DESPEDIDO?

Para más cachondeo, las explicaciones de Dolores de Cos-pedal. No lleva mal pedal la Loli. Si Cantiflas viviera la demandaría por plagio.

Y el Gobierno, sin honor, sin almendros, sin camino y con las manos vacías. Y sometido al chantaje de un imputado por la Gürtel, que ha acumulado 33 millones de euros de forma anónima y casi sin querer, que presenta una demanda por despido improcedente, simulado o disimulado, que tanto da, y que se ríe del juez, del PP, del Estado y del mundo mundial.

Al menos, aquellos nobles samuráis tenían la decencia de suicidarse cuando perdían su honor. Arte marcial.

6 comentarios:

  1. Pero los samuráis se hacían el Harakiri porque tenían honor; éstos "iluminados" que tenemos en este país no saben que es "el honor".

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues sí... Ni honor ni verguenza ni sentido del ridículo.

      Eliminar
  2. La realidad supera la ficción de cualquier película .........:

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La cruda realidad, en efecto. Pero mientras no pase nada, ¿para qué cambiar?

      Eliminar
  3. DIMÍTIR, NO ES UN NOMBRE RUSO.......
    Anónimo keko

    ResponderEliminar