En el noble juego del Mus, igual que en el Póquer,
se permite al jugador mejorar sus opciones desechando ciertas cartas con la
esperanza de conseguir otras mejores en el siguiente reparto.
Por regla general se considera una mala opción
desprenderse de buenas cartas a cambio de otras peores, pero el mus,
como el póquer, tiene un alto componente de farol por lo que muchas
veces no se juega con lo que se tiene, sino con lo que los adversarios pueden
creer que tienes.
En el mus, como ocurre en el póquer,
cuando las cartas están boca arriba ya no hay marcha atrás y el juego se da por
terminado. Algunas personas se sorprenden cuando comprueban que ciertas cartas que
habían desestimado acaban en manos de sus rivales y les reportan una jugada ganadora. Se
les queda una carita….pobres!
Pero aquí acaban las similitudes. El mus se juega con baraja
española, el póquer no. El póquer permite a todos los jugadores
un descarte, el mus no.
Al contrario que el póquer, para poder mejorar la jugada
el mus
exige una solicitud previa: Mus, dice la mano; Mus,
repite el siguiente jugador; pero si alguien dice NO HAY MUS se empieza a
jugar con lo que tenga cada cual.
El señor Artur Mas,
nacido Arturo, no debe saber jugar al mus. Seguramente porque este noble juego
de farol, como el póquer, no forma parte del asombroso acervo cultural catalán
que tiene pasmado al mundo mundial.
Si supiera jugar al mus, sabría que se suele calificar
como una solemne estupidez el hecho de lanzar un órdago antes de tener las
cartas en la mano, y, por supuesto, mucho antes de saber si va a haber mus.
Ha mareado a Cataluña con una hipotética jugada que no figura en las reglas del
juego.
No se puede dejar la partida y retomarla con otra baraja
y pretender que no ha pasado nada. No se puede salir de Europa por dejar a un
estado miembro y pretender reintegrarse en Europa con reglas de juego que no están admitidas.
El señor Mas ha
perdido en un descarte que no era necesario 12 escaños, 11 de los cuales han
ido a su rival directo por el espacio político que comparten y que ahora tiene
en sus manos que se pueda seguir o no la partida. Se le ha quedado una carita, pobre.
Si el señor Mas
entendiese un poquito de mus, sabría que no se puede pretender dejar al
compañero de juego para que no sume amarracos y sumar los suyos con los
oponentes.
Y lo que es fundamental, sabría que, estúpido o no, quien
hecha un órdago y lo pierde, pierde
también la partida.
Así las cosas, se tiene que empezar una nueva serie, pero
ojo, señor Mas: YA NO HAY MUS
(Mis compañer@s van de mano)....y hablo:
ResponderEliminarOrdago a Grande, Chica, Pares y Juego..
Voy a juego. llevo 31 y tu compi cuatro reyes. Gano yo
EliminarMuy bueno Angel,de paso espero que me enseñes a jugar al mus que no tengo ni idea.
ResponderEliminarMe encantaría, pero para empezar, tendría que saber quién eres. De todas formas puedes consultar esta página: http://www.mundijuegos.com/multijugador/mus/reglas/
Eliminary el estupendo libro de Manu Leguineche la Ley del Mus, con prólogo de S. M. J.C. I, o terror dos paquidermos.http://www.amazon.es/LEY-DEL-MUS-MANU-LEGUINECHE/dp/B007HUKLU0
La mano la llevamos nosotros, verdad? porque estos fanfarrones, por no llevar, no llevan ni juego......, espera que les voy a decir cuatro cosas a la cara......
ResponderEliminarSomos mano. De todas formas, la solicitada mayoría excepcional ya la ha tenido. Una mayoría excepcional ha preferido absteenrse (1.6000.000 votantes) y del resultado, ni hablemos.
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