En cierta ocasión hubo un hombre que comprendió la
necesidad de abordar profundas reformas para salvar el modelo de estado. Cuentan sus historiadores que «Él no imitó a los otros estados, sino que concibió cosas incluso opuestas
respecto a la mayoría de ellos: así hizo a su comunidad particularmente afortunada»
Los principios sobre los fundó sus reformas fueron: la
subordinación de todos los intereses privados al bien público, la
imposición de una estructura social en
la que la educación de los jóvenes estaba
encomendada al propio Estado, y la obligación
de sobriedad en la vida privada. Sus tres pilares fundamentales eran: buena
educación, menosprecio de la riqueza y amor a la patria.
Se inspiraba en el principio de que "Lo importante de las leyes no es que sean
buenas o malas, sino que sean coherentes.
Solo así servirán a su propósito".
En definitiva, supo
lo que había que hacer, y lo hizo.
Este hombre no es muy conocido en la actualidad. Se trata
de Licurgo de Esparta y fue tal su compromiso
con las leyes que, tras recibir el juramento de que sus conciudadanos
respetarían la ley hasta su regreso a Esparta, se quitó la vida nada más dejar
la ciudad para asegurar su perpetuo respeto.
Durante la celebración de unas Olimpiadas, los juegos
deportivos que los varones griegos libres celebraban cada cuatro años, la
afluencia de espectadores fue de tal magnitud que era necesario estar muy
atento para obtener sitio en las gradas. En cierta ocasión, con el estadio a
rebosar, unos ancianos buscaban infructuosamente un lugar donde sentarse para
presenciar los eventos deportivos. Las delegaciones de toda Grecia observaban
impasibles el suceso, hasta que la comisión espartana se levantó en bloque y
cedió su lugar a los ancianos.
Ante las miradas de aprobación y vergüenza de los
presentes, el portavoz comentó: Todo el
mundo sabe lo que hay que hacer. Solo
Esparta lo ha hecho.
En Islandia,
el sistema especulativo y financiero llevó al país al borde de la quiebra, al
igual que a muchas de las economías occidentales, afectadas por una de las peores
crisis de la historia moderna, y sus tres grandes bancos entraron en recesión.
Sin embargo, el gobierno islandés no desembolsó ni una sola corona de los
contribuyentes en los bancos. Los dejó quebrar.
En efecto, en octubre de 2008, Islandia dejó morir a tres
grandes bancos, el Kaupthing, el Landsbanki Íslands y el Glitnir. Renegoció la deuda con los acreedores
(en su mayor parte de Alemania, Reino
Unido y Holanda) y permitió que
tomaran el control de las nuevas entidades
Los tribunales islandeses juzgaron si el ex primer
ministro, Geir Haarde, era «parte responsable en la crisis financiera».
Finalmente se le condenó por violar la
ley de responsabilidad de los ministros.
También sentaron en el banquillo de los acusados a los
miembros de la cúpula directiva del banco islandés Kaupthing Bank. El presidente y el consejero delegado de la
entidad, fueron acusados juntos de fraude y manipulación por la Fiscalía
Especial de Islandia, en el marco de
sus investigaciones sobre el colapso de la banca islandesa de 2008.
Como Licurgo, no han imitado a los otros estados, sino que
concibieron cosas incluso opuestas
respecto a la mayoría de ellos: así han hecho a su comunidad
particularmente afortunada.
En definitiva, todo el mundo sabe lo que hay que hacer. Sólo
Islandia lo ha hecho.
Ya no quedan espartanos. Siempre nos quedará Islandia.
¿Porque no aprendemos y tomamos nota?
ResponderEliminarNos iria muchisimo mejor, pero no hay.......
En efecto, Ya no hay.... espartanos. Esos sí que tenían.
EliminarRTVE.ES:.......La nube de cenizas procedente de la erupción de uno de los volcanes más activos de Islandia, el Grimsvötn, afectará este martes 23-5-2011 al tráfico aéreo, según la Autoridad de la Aviación Civil de Reino Unido.......
ResponderEliminar... espero que no dure mucho, que el año entrante debo visitar Londres.
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