Todos los seres vivos que vuelan y tienen plumas son aves. Los murciélagos vuelan sin plumas, aunque son mamíferos. El ornitorrinco es un mamífero ovíparo, con pico de pato, pero no tiene plumas, ni vuela. Los avestruces y gallinas son aves, pero nadie puede afirmar que vuelen. La naturaleza tampoco es perfecta, aunque está en ello.
En la familia de
los homínidos, la especie homo sapiens es la única con las facultades de
inventar, aprender, investigar y crear estructuras lingüísticas complejas, o
desarrollar habilidades artísticas como la música, literatura, pintura,
escultura.
Hay más de 10,000
especies de aves, es decir, individuos con características físicas y
morfológicas claramente diferenciadas, lo que permite distinguir fácilmente a
una garza de un gorrión, o de un cormorán, paloma, gaviota, etc., etc.
Muchos antropólogos
sostienen que la raza humana es un único grupo; no obstante, por regla general,
se admite la pequeña diferenciación de seres humanos por el color y tipo de
piel, forma del cráneo y otros aspectos físicos externos.
Hay que retraerse
a principios del siglo VIII cuando los humanos árabes ocupan la península ibérica (711),
cruzan los Pirineos y son derrotados en Poitiers (734) por el rey franco Carlos
Martel. Para establecer
un colchón protector y prevenir otras invasiones, el imperio Carolingio cruza
los Pirineos y establece la denominada Marca Hispánica, creando condados
independientes al frente de los cuales se coloca a nobles francos o autóctonos,
según su lealtad al imperio.
Esto condados se
fueron independizando a lo largo de los años, y fueron fusionados o absorbidos dando
origen a reinos cada vez más importantes. Los más destacados fueron Navarra y
Aragón, al sur y el reino de Francia al norte. No obstante, dada la compleja
línea sucesoria de muchos enclaves, los tres reinos poseían feudos a ambos
lados de la cordillera pirenaica.
Antes del tratado
de Corbeil, de 1258, los condados de Barcelona, Besalú, Vallespir, Peralada, Ausona, Ampurias, Urgel y Cerdanya, eran
tributarios de Luis IX de Francia (sí,
San Luis, rey de Francia, hijo de Doña Blanca de Castilla y primo hermano de
Fernando III el Santo). Por el contrario,
las posesiones del rey Jaime I de Aragón, sobre Toulouse, Quercy, Narbona,
Albi, Carcasona, Termes, Menerbés., Nimes, Rouergue, Millau y Gavaldá eran
pretendidas por el reino vecino En definitiva, se puso orden a los dos lados del
Pirineo, en una operación política que permitió a ambas partes reorganizar sus
territorios.
En un mapa que
circula por internet sobre la expansión del cristianismo en occidente hacia
1257 se observa que la frontera del reino de Francia traspasa los pirineos
hasta más allá de Barcelona. Este mapa “representa” la situación en 1257, pero
NO ES de 1257, como se aprecia en que los contornos geográficos son demasiado
perfectos para la cartografía del siglo XIII.
Tras el tratado,
la antigua parte franca de lo que restaba de la Marca Hispánica, se considera “agregada”
a Aragón y consideran a sus vecinos del sur como “nuevos”, lo que da lugar a no
pocos problemas ya que las leyes (usatges: usos y costumbres) de unos y otros
eran diferentes.
A finales del
siglo XIII el jurista y canónigo Pere Albert redactó las denominadas Commemoracions,
un tratado sobre derecho consuetudinario que recogió por escrito los usatges
vigentes en su época. Para designar los territorios con payeses de remensa usó
el término Cathalunya Veyla o Vieja tierra de Castillos...
Los 8 condados de
la Marca Hispánica tuvieron plena jurisdicción hasta el siglo XV.
La única
excepción fue el Condado de Barcelona ya que, por el matrimonio del Conde Ramón Berenguer
IV en 1137 con Dª Petronila de Aragón,
Barcelona quedó entonces incorporado a la Corona de Aragón pero sin variar su
condición de condado.
Los 7 restantes
condados (Besalú, Vallespir, Peralada, Ausona, Ampurias, Urgel y Cerdanya)
mantuvieron su independencia hasta 1521, cuando el Rey de España Carlos I, nieto del último rey de Aragón, nombró Virrey de Cataluña al Arzobispo de Tarragona, don Pedro Folch de Cardona.
Por lo tanto Cataluña no existió como región hasta esa fecha y, obviamente,
no pudo actuar nunca antes como entidad histórica unificada. La entidad de
mayor rango que tuvo sólo fue la de Diputación General… o Generalitat.
Más aún, el Reino
de Aragón estaba integrado por los territorios que hoy lo forman, más todo lo
que es la actual provincia de Lérida, más una franja grande del río Ebro hasta
el mar, que incluía a Tortosa como ciudad costera. Por lo tanto, podríamos
decir que las ciudades importantes del Reino de Aragón eran Jaca (la primera
capital que tuvo cuando aún era Condado), Huesca, Lérida, Zaragoza, Tortosa y
Teruel. Todo eso era el territorio auténtico del reino cuya corona tenía don
Jaime "el Conquistador".
El Tratado de
Corbeil está escrito en latín y comienza con las palabras : “Es universalmente
conocido que existen desavenencias entre el señor rey de Francia y el señor de
Aragón , de las Mallorcas y de Valencia, Conde de Barcelona y Urgel , señor de
Montpellier; por lo que el señor rey de Francia dice que los condados de
Barcelona, Besalú, Urgel, etc... son feudos suyos ; y el señor rey de Aragón dice
que tiene derechos en Carcasona , Tolosa, Narbona, etc....”.
Esa es la
síntesis de lo firmado en el documento cuya importancia radica en que se firmó
29 años después de la reconquista de Mallorca y 20 años después de la del Reino
de Valencia. Ergo, es imposible que Cataluña conquistara Mallorca (Les illes,
como dicen) y Valencia.
Para una garza,
la especie humana es única, por lo que nunca podrá entender esa manía tan arcaica
de agruparse en tribus para diferenciarse unos de otros.
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